EL ABANDONO
Mi papá bebía y mi mamá me abandonó. A los siete años me violaron mi padre y mi hermano. Ahí comencé a drogarme: heroína, cocaína, etc. Viví con un trafi cante de drogas que me daba todas las que quería. Podía tirar la plata. Revendía drogas, aun a niños. Tres veces llegué hasta la puerta de SOLO PARA MUJERES, diciéndome entro, no entro... Para mí no había otro mundo que el de las drogas. Y luego me decidí a dar el paso. Tenía 19 años. Un día, pedí ayuda a las dos de la madrugada y vinieron. El primer gesto de afecto sincero de toda mi vida lo recibí de SOLO PARA MUJERES. Me desintoxiqué por amor. Tuve una recaída. Casi muero por las drogas, estuve ocho meses internada en el hospital. Estuve a punto de irme con mi novio trafi cante, que intentaba por todos los medios que abandonara el programa de SOLO PARA MUJERES. Las heridas que tenía en el brazo no sanaban, creí que iba a perderlo; caí en depresión, pensé que iba a morir. Fue entonces cuando decidí dejar las drogas, defi nitivamente. SOLO PARA MUJERES me propuso convertirme en educadora. Al principio era autoritaria, dura como una roca, pero poco a poco fui modifi cando mi carácter. Es todo un proceso, no se cambia de la noche a la mañana. Pensaba que nunca podría ser feliz; ahora me siento bien, estoy educando a mi hija. Ella no vive lo que me tocó vivir a mí.” Dina






0 comentarios:
Publicar un comentario